jueves, 10 de febrero de 2011

Graciela Palau y José A. Tello

Graciela Palau: "Zenobia nunca fue consciente de su importancia en la obra de Juan Ramón"

La última amiga de la pareja, fundamental en la concesión del Nobel al poeta, recuerda durante su último viaje a España la cotidianeidad de la pareja en los años de Maryland.

Epistolario de Zenobia por Graciela Palau de Nemes

http://cedros.residencia.csic.es/docactos/2470/texto%20original/texto%20original02470002.pdf

Zenobia Camprubí Aymar

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http://jaserrano.nom.es/JRJ/zenobia.htm

XXV Aniversario del CEIP "Zenobia Camprubí"

XXV ANIVERSARIO “ZENOBIA CAMPRUBÍ AYMAR”
DE “C.P”. A “C.E.I.P.”

Quiero aprovechar la oportunidad que me brinda  la Comunidad Educativa  y en su nombre el Sr. Director para poner una pincelada de memoria en el devenir del tiempo desde sus albores hasta el perfil o configuración que hoy presenta este Centro de Educación  Infantil y Primaria, después de un cuarto de siglo desde su inauguración.

Como saludo de bienvenida, en la fachada principal, el logotipo de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía…Tantas y tantas personas han pasado por esta entrada que me sería o nos sería imposible contabilizarlas; entre ellas, el alumnado como esencia, con cuerpo y alma de toda entidad educativa; pero además, el profesorado, las familias, representantes de las distintas administraciones, el personal de servicio, la ciudadanía en su más amplio sentido; personas que pasan a través del institucional anagrama para adentrarse en el complejo entramado competencial del Centro.

A modo de caza del tesoro o quizás como una de las pruebas a las que sometemos a nuestro alumnado en cualquiera de las celebraciones institucionales, extraescolares y/o transversales de gymkhana, en este periodo (1985-2010) a caballo entre los siglos XX y XXI, no cabe duda que todas y todos hemos cambiado. El Centro no iba a ser menos, en veinticinco años ha sufrido una prestigiosa metamorfosis, un cambio lento pero progresivo, una transformación significativa y constante tanto en el fondo como en la forma y  todo para bien del colectivo, de las futuras generaciones pero también para el disfrute y la satisfacción de esta apasionante y aventurera profesión de enseñar y aprender; porque “quien  se atreva a enseñar nunca debe dejar de aprender…”.
      
            No quiero perderme con más datos y me centro; a fin de, saciar de una vez por toda la curiosidad de quienes desconocen lo que encierra el rótulo de bienvenida. ¿Sabéis que hay detrás de la pizarra digital?...Sí, detrás de la moderna pizarra digital con sus nuevas tecnologías, aún sigue vivo el encerado con su tiza blanca y de colores. Del mismo modo, detrás del C.E.I.P. permanece vivo el primitivo rótulo con sus azulejos en fondo blanco roto y grafías modelo “linotype Bell MT”,  con formato resaltado en  mayúsculas y tamaño 100  que data de los primeros meses de su inauguración a finales del 84.

C
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B
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A
                                          
                              
Con esta primitiva denominación, es junto al “Virgen de Montemayor”, el CEIP “ZENOBIA CAMPRUBÍ”; los únicos Centros educativos de la ciudad de Moguer en homenaje a la mujer; destacando éste por genuino entre los demás; cuatro de ellos dedicados a personajes masculinos (Pedro Alonso Niño, Juan Ramón Jiménez, Francisco Garfias y Odón Betanzos) y tres con nombres de elementos  (Faro, Camarina y Vigía).

Yo aprendí el oficio de educar en conocimientos, procedimientos y valores de otros que antes lo aprendieron de otros, y me hace feliz pensar que tal vez con mi trabajo he podido ayudar al aprendizaje de los que siguen.

No quiero terminar obviando por evidente en estas líneas, la gran figura, la apasionada mujer, la magnifica escritora y mejor maestra “Zenobia Camprubí Aymar”. A ella, la gran olvidada, le dedicamos, amén de la distinción y el honor del Centro por llevar su nombre, el primer proyecto coeducativo de innovación “Hacia una educación no sexista”, por estar considerada como una de las primeras grandes feministas de España.

¡Feliz 25 aniversario! Con recuerdos y agradecimientos a todas y todos los que hemos y han hecho realidad un sueño desde la más insignificante aportación. ¡Y, por supuesto, que cumpla muchos mas!...
                                                                                   
                                                                      José A. Tello Díaz
                                      

ZENOBIA (Escritora)

Escritoras en secreto: "las silenciadas"
Información recogida de las diversas ponencias del Congreso Internacional en Homenaje a Zenobia (Moguer 2001).


María Lejárraga, más conocida como María Martínez Sierra, escribió en el exilio una obra autobiográfica en la que explicaba cómo usó el nombre de su marido (Gregorio Martínez Sierra) como seudónimo para hacerse oír.

Era una mujer con una intensa vida socio-intelectual y comprometida con las mujeres de su época. Escribió libros con el nombre de su marido, muchos de ellos sobre feminismo, que hubieran pasado desapercibidos de no ser publicados por un hombre.

Esta confesión, sin embargo, no sirvió para que reconocieran su trabajo, sino para que la acusaran de embustera y traidora a su marido.

El caso de María Lejárraga es un caso extremo y excepcional, pero sirve para llamar la atención sobre el hecho de que muchas mujeres desarrollaron una importante labor intelectual y reivindicativa que no quiso reconocerse en el momento.


Carmen de Burgos, compañera de Ramón Gómez de la Serna, fue otra de "las silenciadas". Con el seudónimo de Colombine luchó por el sufragio femenino y defendió el divorcio escribiendo en un periódico, además de publicar sus obras.

Por todo ello fue insultada a lo largo de su carrera y tachada de mala mujer.


Concha Méndez fue tan respetable poeta como su marido y participó a partes iguales en la labor editorial que ambos emprendieron y que siempre se le adjudicaba a él. Antes de casarse con Altolaguirre había soportado un largo y humillante noviazgo con Buñuel, que siempre se opuso a que escribiese.


Ernestina de Champourcín fue una de las poetas más importantes de la Generación del 27 y una gran traductora, por lo que sorprende que su trabajo haya pasado desapercibido. Su marido fue un poeta menor y sin embargo sí aparece entre los poetas del 27.


Carmen Conde, casada con el poeta Antonio Oliver Belmás, soportó que éste censurara y destruyera su obra y ella le dejó porque pensaba que actuaba como seleccionador de lo que escribía. Llegó un día en que el poeta se dió cuenta de su error y entonces le permitió escribir y publicar.


Zenobia Camprubí Aymar es otra de las mujeres que podemos incluir en "las silenciadas". Para muchos, Zenobia es el caso más representativo de esas mujeres voluntariamente en la sombra. No se ha profundizado mucho sobre la influencia de ella en la obra de Juan Ramón Jiménez, pero hoy ya todos reconocen que esa influencia está patente en todos sus libros.

Además de esto, Zenobia escribió diversas obras antes de conocerle e hizo varias traducciones libros al castellano, entre las que destacan la obra de Tagore. 
Esta no es más que una pequeña muestra de las mujeres que sufrieron del exilio intelectual en una época en la que el hombre era el único con poder para expresar su ideología y el único con poder de decisión sobre quién podía tener la palabra y quién no.